Durante
el trascurso de nuestra actividad diaria, se pueden generar situaciones
imprevistas que afecten o dañen a otras personas. Para evitar problemas graves
es recomendable contratar un seguro de responsabilidad civil porque en
caso de pedirnos responsabilidad es de gran ayuda, ya que la compañía
aseguradora se haría cargo, por ejemplo, de posibles indemnizaciones. Para que
nada te pille desprevenida y poder estar tranquila y segura, lo mejor es
hacerse con una póliza de este tipo.
¿Qué
finalidad tiene?
El
principal objetivo del seguro de responsabilidad civil es el pago de las
indemnizaciones correspondientes a daños ocasionados accidentalmente a nuestra
clientela. El seguro de responsabilidad civil responde por nosotros.
Coberturas
mínimas
De
las múltiples posibilidades que nos ofrecen las distintas aseguradoras, las coberturas
mínimas que deberían ofrecer son, principalmente, las relacionadas con la
responsabilidad por el personal subordinado que ha cometido el daño, la responsabilidad
civil del propio titular del seguro y los costes judiciales.
Principales
exclusiones
Aunque
la cantidad de posibilidades es muy elevada, hay una serie de hechos que,
habitualmente, son excluidos por las compañías aseguradoras como las
reclamaciones que vayan más allá de la responsabilidad civil, los actos de mala
fe, el incumplimiento de disposiciones oficiales, los daños derivados de
responsabilidad que deban ser objeto de cobertura por un seguro obligatorio, lo
daños causados y calificados como intrusismos.
Buscar
Para
encontrar el seguro de responsabilidad civil que más de adecue a tus
necesidades, es muy importante buscar y comparar la mayor cantidad de ofertas,
ya que hay multitud de posibilidades en estos tipos de póliza.
Reeler mil veces la letra pequeña de la póliza y no suscribirla ante cualquier duda, pedir que se nos aclare por escrito en el mismo documento cualquier cláusula que no entendamos.