SEGUIDORES Y AMIGOS

sábado, 31 de agosto de 2013

LAS PEORES DIETAS PARA ADELGAZAR.





Muchas veces la prisa por adelgazar puede ocasionar que las personas recurran a los peores métodos para bajar de peso, lo que pone en riesgo su salud y la autoestima. Los procesos cortos y que requieren ciertos trucos de moda sólo pueden generar un rebote.

The Huffington Post, publica los siguientes 5 métodos peores para bajar de peso. Seamos prudentes al no recomendar a nuestros pacientes algo parecido.


1.   Parche de lengua. Este método fue creado por un cirujano plástico de Beverly Hills, pero aún no ha sido aprobado por la US Food and Drug Administration (FDA). Consiste en coser un parche en la lengua, para generar dolor al ingerir alimentos sólidos. Con esto, los pacientes deberán llevar una dieta de líquidos de tan sólo 800 calorías al día.

2.    Dieta de la sonda. Este proceso para bajar de peso de forma rápida puede ocasionar perforación de garganta, hemorragia gastrointestinal, cálculos biliares y fatiga muscular. Consiste en introducir un tubo por la nariz y el esófago para dejarlo en el estómago las 24 horas del día, durante 10 días. A través de este se le proporciona al paciente proteínas y vitaminas.

3.    Drunkorexia. Es un término nuevo para nombrar a un posible trastorno alimenticio. Incluye una fuerte restricción de calorías, beber en exceso y después vomitar, hacer ejercicio antes de beber o al día siguiente, no comer nada antes de tomar alcohol. Esto sólo ocasiona problemas de concentración, dificultad para tomar decisiones, debilidad del sistema inmune, lesiones y envenenamiento.



4.    Uso de tabaco como inhibidor del apetito. El tabaco puede generar una reducción del apetito y acelerar ligeramente el metabolismo, pero causa diversos daños en el cuerpo como el envejecimiento de la piel.



5.    Tomar pastillas. Algunos medicamentos para bajar de peso generan adicción y ponen en riesgo tu salud al causar impulsividad, cambios de humor, alteración de la presión sanguínea, convulsiones y accidentes cerebrovasculares.


NEGOCIEMOS COMISIONES Y GASTOS BANCARIOS





-Primero: todo se puede negociar con el banco en comisiones y gastos. Desde el coste de las tarjetas de crédito hasta el tipo de interés de un préstamo hipotecario. Hay que emplease a fondo en  el “regateo”  si no reclama no se le concederá nada ni siquera por la presumible amistad que usted crea tener con los operarios o su fidelización con ese Banco presumiblemnte amigo, regatea siempre. Y por supesto que cuantos más “ases” tenga en su manga que le resulten atractivos al banco (nómina, recibos domiciliados, tarjetas, planes de pensiones...) más fácil le será negociar con ellos la rebaja de comisiones o la concesión de algún préstamo. 

-Segundo: No le debes nada a tu banco. Acude a otras entidades financieras, pide condiciones por escrito y comparalas con las que tiene. Con esas ofertas (por escrito), vuelve a tu banco y “ayúdeles” a que, como mínimo, las igualen. Si no le hacen caso, cambia de banco. 


-Tercero: cuidado con lo que firmas. Antes de abrir una cuenta pide una lista con las comisiones que te van a cobrar y negócielas una por una. El objetivo es que no te cobren nada por ninguna de ellas que  ya es suficiente haberles dejado en deposito tu dinero. 
Hay que empezar a cambia hábitos y empezar a considerar la  posibilidad de contratar una cuenta “on line” porque prácticamente, no cobran ninguna comisión. 



-Cuarto: mucho cuidado con las cláusulas de los prestamos.  Si tienes la suerte de que te concedan un préstamo, no firmes cerrando los ojos. Suelen acribillarte con seguros de vida, de incendio, de robo, aportaciones obligatorias al plan de pensiones, periodos mínimos de permanencia en la entidad... Algunas de ellas, desgraciadamente, tienen derecho a exigirlas y cobrarlas, pero otras no. 

-Quinto: los “regalos” suelen no serlo. Ante el interés tan bajo que ofrece la banca por nuestros ahorros, muchas veces nos tienta  abrir una cuenta para obtener regalos o aparatos a coste muy bajo. 

Hay que leer bien las condiciones de la oferta. Si te obligan a permanecer en la entidad dos años pagando comisiones  y, encima, tienes que pagar los portes de esa televisión plana ... igual estas perdiendo dinero. Haz números. 

-Sexto: nunca es tarde para reclamar. A pesar de haber ido con todo el cuidado del mundo, después de firmar te das cuenta que las condiciones que te han impuesto son
abusivas. Negocia con el banco para que te las quiten y, en caso de no conseguirlo, acude a la oficina de reclamaciones oportuna y expliqua que había cláusulas “incomprensibles” en tu contrato. No sería la primera vez que los jueces condenan a las entidades financieras por incluir cláusulas “incomprensibles”, e sea, por no escribir las cosas con sentido común y en letra "demasiado pequeña".