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sábado, 31 de agosto de 2013

NEGOCIEMOS COMISIONES Y GASTOS BANCARIOS





-Primero: todo se puede negociar con el banco en comisiones y gastos. Desde el coste de las tarjetas de crédito hasta el tipo de interés de un préstamo hipotecario. Hay que emplease a fondo en  el “regateo”  si no reclama no se le concederá nada ni siquera por la presumible amistad que usted crea tener con los operarios o su fidelización con ese Banco presumiblemnte amigo, regatea siempre. Y por supesto que cuantos más “ases” tenga en su manga que le resulten atractivos al banco (nómina, recibos domiciliados, tarjetas, planes de pensiones...) más fácil le será negociar con ellos la rebaja de comisiones o la concesión de algún préstamo. 

-Segundo: No le debes nada a tu banco. Acude a otras entidades financieras, pide condiciones por escrito y comparalas con las que tiene. Con esas ofertas (por escrito), vuelve a tu banco y “ayúdeles” a que, como mínimo, las igualen. Si no le hacen caso, cambia de banco. 


-Tercero: cuidado con lo que firmas. Antes de abrir una cuenta pide una lista con las comisiones que te van a cobrar y negócielas una por una. El objetivo es que no te cobren nada por ninguna de ellas que  ya es suficiente haberles dejado en deposito tu dinero. 
Hay que empezar a cambia hábitos y empezar a considerar la  posibilidad de contratar una cuenta “on line” porque prácticamente, no cobran ninguna comisión. 



-Cuarto: mucho cuidado con las cláusulas de los prestamos.  Si tienes la suerte de que te concedan un préstamo, no firmes cerrando los ojos. Suelen acribillarte con seguros de vida, de incendio, de robo, aportaciones obligatorias al plan de pensiones, periodos mínimos de permanencia en la entidad... Algunas de ellas, desgraciadamente, tienen derecho a exigirlas y cobrarlas, pero otras no. 

-Quinto: los “regalos” suelen no serlo. Ante el interés tan bajo que ofrece la banca por nuestros ahorros, muchas veces nos tienta  abrir una cuenta para obtener regalos o aparatos a coste muy bajo. 

Hay que leer bien las condiciones de la oferta. Si te obligan a permanecer en la entidad dos años pagando comisiones  y, encima, tienes que pagar los portes de esa televisión plana ... igual estas perdiendo dinero. Haz números. 

-Sexto: nunca es tarde para reclamar. A pesar de haber ido con todo el cuidado del mundo, después de firmar te das cuenta que las condiciones que te han impuesto son
abusivas. Negocia con el banco para que te las quiten y, en caso de no conseguirlo, acude a la oficina de reclamaciones oportuna y expliqua que había cláusulas “incomprensibles” en tu contrato. No sería la primera vez que los jueces condenan a las entidades financieras por incluir cláusulas “incomprensibles”, e sea, por no escribir las cosas con sentido común y en letra "demasiado pequeña".


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