Que Kant es uno de los grandes
filósofos no cabe ninguna duda, también que falla en sus contradicciones en una época donde los movimientos sociales pro femeninos favorecian el discurso
de la emancipación del poder de la mujer y la irritabilidad de Kant hacia
esa liberación en contra de los ideales de esos momentos históricos
. Kant lanza la hipótesis de que su visión de las mujeres influye en
aspectos de su filosofía que, sólo en apariencia, nada tendrían que ver
con estas preocupaciones kantianas de que las mujeres sabias deben ser feas y
barbudas.
Kant en esta instancia expresa los
posibles grados de belleza en la mujer.
Si una mujer tiene unas facciones de la
cara que no son feas, entonces es una mujer bonita. Si esas facciones
empiezan a ser mejoradas, se dice que la mujer es agradable.
Pero si ese
rostro es una cosa del otro mundo, entones tiene el tercer grado, el de encantadora. 
Pero no solo en el aspecto exterior está la belleza, ni mucho menos. Hay parte exterior y parte interior. La segunda suele ser menos conocida, pero en general hay varias características comunes a todas las mujeres. Una mujer que tiene el semblante frío , en la que su mirada conmueve en vez de seducir, es una mujer bella. Pero no bella en cuanto al grado de linda , agradable , encantadora... sino en un amplio sentido. Una mujer también tiene que seducir con su mirada , sin embargo, la que lo hace habitualmente , son las que suelen tener buen prestigio.
Kant además habla sobre el sentimiento de lo bello según las nacionalidades , dejando en claro varias ideas según los paises. Pone ejemplos de paises como Francia o Italia en el que lo común está caracterizado por el sentimiento hacia lo bello. Sin embargo, en Inglaterra, España o Alemania el sentimiento común es hacia lo sublime. El español es serio, callado y veraz. Hay pocos comerciantes en el mundo más nobles que los españoles. Tienen un alma orgullosa y más sentimiento para las acciones grandes que para las bellas. Puesto que en su idiosincracia hay poca benevolencia bondadosa y suave, muchas veces es duro, incluso hasta cruel. Tampoco es más altanero ni más mujeriego que otras personas de otros países diferentes.
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