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jueves, 26 de septiembre de 2013

LAS METAFORAS EN LA PROFESION ESTETICA


     












Una de las curiosidades que tiene la profesión de Esteticista es quizás la gran cantidad de metáforas que tiene a la hora de designarse la profesión.

Y esto se debe simplemente a  la gran riqueza de su contenido profesional , de sus actos profesionales y  de las diversas maneras de abordar el “campo profesional que tiene asignado” la Esteticista.


Sin embargo en el otro extremo, una de las curiosidades que tiene la profesión de Esteticista,  siendo de las más antiguas de la historia ,  en ciertas legislaciones no existe como nomenclatura o actividad económica, realizándose la profesión bajo un epígrafe administrativo inadecuado. Esto lo manifestaba hace unos meses la Presidenta de la UIPE Lic Livia Barrios precisamente sucede en su país Venezuela y ponía el grito en el cielo ante ese desconocimiento de la profesión, situación claramente injusta. Aún así no deja de ser una curiosidad de indudable injusticia y que hace daño tanto a la profesional que necesita ese refrendo legal para sentirse segura como también dar seguridad a su clientela. Pero es una situación que , bajo mi punto de vista, se puede arreglar y por distintas vías.


 
Que los legisladores de muchas naciones hayan metido en el saco del olvido a la profesión de Esteticista es algo que vemos con algo de preocupación, es fácilmente solucionable.




Que los legisladores de muchas naciones regulen a la profesión sin tener conocimientos o tenerlos pero  manipulados y tergiversados, pues es  algo más preocupante, pero también solucionable.


Que las asignaturas a estudiar por la profesional  esteticistas no estén a la altura  de  esta gran profesión sanitaria y sus exigencias modernas, pues  eso si es preocupante.



Que pueda existir uy existe intrusismo profesional  y esas barbaridades que vemos diariamente  y que  afecta al prestigio de la profesión y el riesgo de la  salud de la paciente , esto ya es terriblemente preocupante y penoso.


No es preocupante en absoluto, bajo un punto de vista jurídico, que existan tantísimas metáforas y
terminologías para llamar a la profesión de tantas maneras distintas cuando realmente el campo de actuación, el terreno de trabajo, está delimitado legalmente por los actos profesionales a realizar por la profesional. Llamarse de una manera o de otra, si no tiende a la confusión,  no va a implicar salirse de un campo para poder caer en otro del que no se está autorizado y que puede desembocar en un intrusismo, manifiestamente punible y sancionable.


 Aunque también es cierto que en entre el gran  abanico de metáforas hay algunas “delicadas” por ser términos confusos y no saber si es aplicado al médico como subespecialidad o a la Esteticista, por ejemplo utilizar el nombre de “cosmiatra”. Si convencemos al juez que es un término no médico no habrá problema, en caso contrario sería un delito. Lo analizaremos en otro post.








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